El Eterno Viajero
A finales de siglo, un anciano pescador y su esposa decidieron aceptar huéspedes en su casa para ganar un dinero extra, quienes se convertían en visitantes de ese hospedaje, no solo disfrutaban de una cómoda cama y un techo como resguardo, sino también, disfrutaban de los manjares proporcionados por la anciana y se entretenían con las increíbles historias de su marido, que era un gran contador de anécdotas, de dudosa credibilidad como todas las contadas por los grandes pescadores. La casa era grande, de arquitectura rustica, el gran numero de habitaciones daba cuenta de lo abultada que había sido la familia para la cual fue construida, a tan solo 100 metros de la costa, un viejo muelle invitaba a navegar, a lo lejos un antiguo faro parecía custodiar la morada, era habitual que el viejo se ofreciera a dar un paseo en barco a los huéspedes mientras le señalaba lugares al azar en donde según él, había sabido capturar peces de los mas diversos tamaños y formas. Se dice que para des...